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cambiando de vida

Dudas existenciales (pero no por ello menos estúpidas)

¿Qué es lo mejor para decir para pedirle una cita a un tío que, como lo ha dicho primero él, te ha dejado a ti con la responsabilidad de pedírsela? ¿le recuerdas quién eres o que se acuerde él solito? ¿y si lo dejas caer así de refilón o haciéndole una pregunta sobre algo de lo que hablasteis? y ¿le preguntas simplemente si quedáis a tomar algo o añades que te gustaría que quedaseis? ¿un mail corto o te marcas uno largo y divertido (o lo que salga)? ¿te despides poniendo besos o pasas de despedidas, que para algo hoy en día se escriben mails en vez de cartas manuscritas?

Estas dudas han ido marcando la versión 1, 2 y 3 del mail, y eso con opción múltiple de despedida… si es que, cuando una se aburre (o no quiere trabajar) se encuentra con un montón de formas de perder el tiempo. Y cuando encima quieres escribir la palabra exacta, con el tono preciso… me podría haber tirado horas con la decisión. Al final ha sido B, no, B, A y B.

En resumen, la vuelta al trabajo nunca fue fácil.

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