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cambiando de vida

Llegó el verano

Parece ser que desde hace unas horas estamos en verano, y yo la verdad es que no lo he notado, porque aquí está haciendo un día, llamémosle gris.

Lo de dormir, no duermo menos por el colchón ni nada así, mi cama de aquí es bastante cómoda. Y además, no sé para qué lo conté ayer, porque hoy, pese a haber sido el día que más pronto me he acostado, comparando con el mes entero, me ha costado levantarme y según sonó el despertador decidí ponerlo una hora más tarde.

Ahora aquí estoy trabajando en una bocadillería, estoy bastante contenta, sólo son 3 horas, aunque hoy se han alargado un poco, hemos tenido la tienda llena todo el rato, ¡se nos ha acabado todo, hasta el pan, que normalmente sobran unas cuantas barras!

La verdad es que empiezo a hacer recuento de mi vida laboral y he currado de unas cosas un poco diversas, cuanto menos: de telefonista, vendiendo Auna; en una editorial, haciendo un poco de administrativa, y ahora de camarera, y haciendo bocadillos.

Y las vistas que tengo para este verano son todavía más cosas, me gustaría dar clases de español, he puesto ya carteles, pero no me ha llamado nadie, y he pedido para currar también en bares. Voy a preguntar en los bares en los que más me gusta el ambiente y la música, he pedido en uno que está genial, y me voy a acercar seguro al bar de ambiente (gay) de la ciudad, y a alguno más que también me gusta. Aquí la mayoría de españoles están currando en un bar cubano en el que hay todo el rato música salsa, o reaggeton, y todo el mundo me dice que pida allí, pero me imagino currando 8 horas varíos días a la semana en un sitio con reaggeton a todo volumen, y me convertiría en una asesina en potencia.

Dicen que cuando buscas trabajo hay que aceptar lo que sea, pero no me lo acabo de creer. Por una parte acepto casi cualquier cosa, ya habéis visto que he currado en cosillas variadas, y así a primera vista ninguna demasiado bien reputada, aunque yo estaba contentísima en todas. Pero trabajar en un sitio donde no dejan entrar a los árabes, donde los tíos son unos pesados y están todo el rato dándote la vara, donde el jefe es un mafioso reputado, y encima te ponen esa mierda de música sin parar, pues lo siento, pero no. Si me estoy muriendo de hambre igual me lo pienso, pero de momento quiero otras cosillas, aunque cobre menos, aunque aparentemente sean peores, pero hay cosas con las que no puedo, y no quiero poder.

2 comentarios

Superpera -

Yo lo he echado, y aún así no creo que me llamen ni nada.Respecto a lo de la mafia seguro que en el casa nostra es peor. Yo cuando me fui a dar curriculums entré en una cafetería de "la place du marché" y eso si que tenía pinta de mafia...por suerte me dijeron que no necesitaban a nadie (quizás pensaban que era de la secreta)

Markitos -

Bar de ambiente gay. Mujeres dandosé el palo, restregrando sus cuerpos sudorosos.
Tengo que ir un momento al baño.
visitad Esta Leche no te la da tu Madre. Y En Deconstrucción también.