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cambiando de vida

levantarse feliz

Antes de ayer estaba hablando con Ai lo raro que se me hace que alguien se pueda levantar de mal humor, a esa hora de la mañana en la que todavía no te ha pasado nada malo… Le estaba diciendo que yo siempre, me cueste más o menos levantarme de la cama, me despierto muy feliz, tanto que casi no entiendo que alguien se pueda despertar de mal humor.

Las únicas excepciones a esa felicidad madrugadora eran cuando estaba en la escuela, en temporada de exámenes, que me solía coincidir estar desanimada por el día con tener luego pesadillas por las noches, y, como los sueños me influyen un montón en el ánimo, ahí sí que me levantaba con una losa encima. Pero eso ya pasó hace mucho, ni siquiera con mi jefe el %&·$%&$%grrmpf me levantaba de mal humor, igual me agobiaba un poco al ir entrando en el metro o en la oficina, me iba poniendo nerviosa, por si le daba por ponerse a gritarme, pero tampoco era que me empezase el día triste o mal. Alguna otra vez he soñado algo de lo que no he  conseguido acordarme pero que me ha dejado inquieta, como si se me estuviese olvidando algo, pero tampoco me ha quitado la felicidad. Para estar de mal humor “necesito” que se me vayan torciendo las cosas según las voy haciendo, por ejemplo, me haya dormido, no haya agua caliente, lo que haya pensado ponerme de ropa  se ensucie, se me queme el desayuno y me dé un golpe con la puerta de un armario… bueno, pues si me pasan todas esas cosas igual estoy de mal humor antes de haber pisado la calle, pero si no es raro.

Pues ayer no me pasó nada de eso, me levanté feliz, salí de casa feliz, pensando en escuchar “La fuerza del destino”, de Mecano, en el Grooveshark al llegar al trabajo, estuve feliz en el metro, pero al salir… todo cambió. Justo en ese momento me llamaron para decirme que se había muerto la madre de un amigo al que quiero un montón… y me dio el bajón.

Me bajé al café de los tempraneros, porque no me podía sentar a trabajar, no quería pararme a pensar en la enorme putada que era,pero no fui capaz… desayuné con chocolate, para subir el ánimo, pero tampoco fui capaz…

Sí que hay cosas que por sí solas, sin formar parte de una conjunción, me cambian el ánimo.

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