todavía soy capaz de sorprenderme a mí misma
He descubierto que quiero volver a compartir piso.
Y ha sido una sorpresa, pese a que ha seguido una cadena de acontecimientos…
Primero se vino Ai a mi casa, con una excusa buenísima, así que la tengo de okupa desde hace unas semanas y le queda otro tanto, más o menos. Por una parte me apetecía un montón, por estar con alguien, charlar, encima con una amiga genial… pero al mismo tiempo me daba algo de miedo, porque llevo ya bastante tiempo viviendo sola y me gusta. Además, últimamente tenía miedo de estar cogiendo “manías de abuela” y de que no fuese a apetecer ya nunca más vivir con nadie, ni aunque lo necesitase si me iba al extranjero, por ejemplo, por esto de tener las manías ya muy arraigadas, y por una mala experiencia que tuve hace poco con una visita. Pero el caso es que estoy encantada de estar con alguien en casa.
Luego resulta que me he estado acordando mucho de mis antiguos compañeros de piso últimamente. Y es que cuando compartí piso con ellos estuve genial.
Y ahora un amigo está buscando habitación… y en mi casa sobra una… y me encontré proponiéndole que se viniese a vivir conmigo (de hecho creo recordar que ya lo había propuesto hace un par de semanas, pero fue más de pasada) y es que resulta que sí, que me apetece compartir piso, y así correr menos riesgos de convertirme de verdad en una persona maniática que sólo puede vivir sola…
A ver qué pasa, hay algunas cosas que hablar, pero sobre todo, tengo que pedirles permiso a mis caseros, a ver si les convenzo.
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