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cambiando de vida

yo misma

olores y manías

Escuchando: Like a Rolling Stone, de los Rolling

Siempre le han parecido los olores una de las cosas que más influye en el comportamiento humano y no entiende por qué la gente se empeña en negarlo, en ignorar ese sentido, en querer quitarle importancia a los instintos más básicos del ser humano como animal, si es un sentido que nos avisa de los peligros.

Además cree que el olfato es algo que afecta a su carácter en muchas facetas, desde que alguien que le atraiga enormemente sólo por su olor, hasta que se encuentre más feliz al descubrir ciertos olores, como un día de lluvia o el reguero de aroma que deja alguien en el metro con una colonia que le gusta.

No es sólo que negarlo le parezca absurdo, es que además, el que un olor pueda provocar todo esto le parece maravilloso, el hecho de que alguien la atraiga por su olor le encanta, porque no es por el olor de un perfume, es por el olor de esa persona, que se puede adornar con perfumes, pero que es un olor propio que puede llegar a ser muy excitante. Así que le encanta disfrutar de ese instinto tan animal y tan apasionante.

El problema viene con la cara opuesta de la moneda: cuando descubre que alguien, que en principio le cae bien, huele mal. Esto no quiere decir que en un momento dado a alguien le abandone el desodorante, sino que se refiere a un olor repetitivo, intenso, a sudor viejo, y que encima es concentra todos los olores que le desagradan.

En estos casos lo pasa fatal, y si encima tiene que pasar por obligación tiempo con esa persona, ya sea compartiendo trabajo, o aún peor, mesa para comer, eso se vuelve una tortura y esa persona le empieza a resultar insoportable. Aunque antes su conversación no le disgustase ahora, en el mejor de los casos, le aburre, en el peor le parece una tortura. Ya no puede volver a tener un momento feliz con esa persona, con la excepción de que en algún momento dado no perciba el olor (benditos bares que apestan a humo) y sobre todo, se pasará el resto de la vida intentando evitar a esa persona.

En estos momentos odia a su sentido del olfato, porque sabe que va a ser más poderoso que su amistad con aquella persona, de la que ya ni se acuerda de que existiese.

varios: facebook, artículos de prensa, poesía

¿Que por qué no me gusta facebook?
Voilà el porqué.

Y lo que puede pasar, y pasa.

Sorpresa del día: un artículo maravilloso

Otro artículo, pero que no me sorprende nada.

Y una poesía. A mí, que no me gusta mucho la poesía, me encanta la generación del 27. Aún así, a Miguel Hernández nunca le he cogido el truco y Lorca no me gusta. A Miguel Hernández se lo estoy cogiendo:

"Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero."

Elegía, de Miguel Hernández 

 

No soy tan descreída

Escuchando: "Outlaw Pete", de Bruce Springsteen.

Nota: esto se escribió hace más de un mes, pero aplacé la publicación porque me dio tanto miedo gafarlo... (y estaba tan liada en el trabajo y con los exámenes)

Podré ser una descreída, la gente que me conoce sabe que no destacaré por ser ingenua y dulce, pero me gusta ser feliz y lo soy (casi) siempre. Si he evitado caer de momento en el cinismo y sigo levantándome feliz e ilusionada por las mañanas es porque creo en la amistad y la tengo como lo más valioso de mi vida.

No pienso dejar de hacerlo.
 
Puede que lleve un año jodido en este tema, puede que haya visto y oído cosas, en sólo el último año, que nunca creí que vería o que me dirían, pero ni ésas ni mil más son suficientes para dejar de creer. Aún así, por favor, que nadie haga la prueba y me haga vivir esas mil nunca.

En casi la totalidad de los casos, "no" significa "no"

Mi ex me ha vuelto a llamar, para recordarme, por si se me había olvidado, que podíamos quedar a tomar unas cañas si a mí me apetecía. Pero es que no me apetece, y lo sabe, porque ya hace tres meses le tuve que llamar para pedirle por favor que dejase de llamarme y de insistir cualquier día a cualquier hora (sin dejar pasar más de 3-5 días entre una y otra vez) porque no me apetecía quedar con él a tomar una caña.

Y ayer volvió a insisitir, y a intentar convencerme, y a apelar a lo bonito que sería que fuésemos amigos, y a recordarme la pena que daría que fuésemos a perder esa amistad que teníamos antes de estar juntos… pero es que ya la hemos perdido, es que en este año largo no hemos sido amigos, y no sólo eso sino que en este tiempo he aprendido a no echarle de menos, a no poder contarle mis cosas, me he acostumbrado hasta el punto de que ahora no sé de qué hablar cuando estoy con él y los temas que él saca tampoco ayudan mucho. Así que lo que sí que me da pena es quedar con él para hablar del tiempo, que es ya la única opción que tenemos…

Y me parece mal que yo me pasase el año pasado sin llamarle por respetar su decisión, por no causarle ningún daño, cuando sí hubiésemos tenido cosas de que hablar y sí que me hubiese gustado poder charlar con él, para que ahora nadie respete mis decisiones de no quedar, y no sólo eso, sino que encima se atrevan a insistir, a llamarme cada 3 días, a escribirme por el msn cada noche, a intentar convencerme de mejores y peores forma, a seguir intentándolo mínimo una vez al mes durante 3 meses más y hasta a hacer una comparación entre los sufrimientos de cada uno. Por supuesto, yo era la que no sufría. Claro, es que yo, no sólo no sé lo que es pasarlo mal, sino que soy tan de piedra que tampoco sé lo que es sentir ansiedad aunque alguien me agobie y me haga chantaje emocional.

quiero más crisis

(De fondo: take me home, de Russian Red)

Ayer una amiga me dijo que se alegra de la crisis que he estado pasando estos meses (¿¡!?), que su hermana le contó que todas sus amigas y ella habían pasado por una temporada similar en una edad similar, y que es a partir de esa crisis cuando ya te haces la persona que eres.

Puede que haya influido que empezase diciendo que se alegra de que yo haya estado jodida, pero el caso es que la idea no me gustó, porque hay dos ideas más que me gustan todavía menos que el que ella se alegre. La idea de que me va a hacer la persona que soy me crea dudas: ¿entonces todavía no soy la persona que soy? ¿cómo se explica eso? ¿que no soy una persona completa, que soy un proyecto? ¿que no sé lo que quiero ni lo que hago?

Pero es que la continuación de esa idea me resulta todavía más insoportable, y es que si esta crisis me va a hacer la persona definitiva ¿qué pasa con el resto de crisis que voy a vivir? ¿no voy a tener más? ¿o es que las de los 30 ya no me harán temblar el mundo ni cambiar mi forma de mirar las cosas, ni replantearme mis creencias, mi moral, y mi forma de comportarme? ¿ya no voy a seguir evolucionando en esta vida?

Yo pienso que hay que adaptarse (o morir) , no es que crea que las crisis anteriores me han cambiado radicalmente, creo que sigo siendo la misma persona de siempre, y tampoco creo que ésta lo haya hecho ni lo vaya a hacer. Pero todas me han hecho plantearme un montón de cosas que hasta ese momento no había pensado, o que había aceptado de otra forma sin darle muchas vueltas.

Y me gusta la idea de que voy a tener muchas más crisis, me niego a creer que se me van a acabar las cosas que replantearme, o las formas de mejorar mi manera de hacer las cosas. Además, aunque algunas de mis crisis, o cambios, hayan sido horribles, otras han surgido de un cambio de ambiente, o de conocer a alguien distinto, como la de irme de erasmus, o como la más grande de todas, la que supuso el mayor cambio tanto en mi alrededor como en mi misma, fue la de empezar la universidad y salir de casa de mis padres, y ésa fue casi toda felicidad.

me niego a que me lleven al lado oscuro


Polvo somos y en polvo nos convertimos... y entre polvo y polvo nos divertimos.
Que sí, que la vida está genial, o por lo menos es lo más genial de lo que tenemos. Y es que yo, hasta en mis momentos de bajón, tengo siempre esa idea, que la vida es maravillosa, que claro que hay temporadas malas, es inevitable, pero buenas hay muchas más, sólo hay que procurar que las malas no sean demasiado largas, pero también hay que vivirlas como una experiencia más.
Por eso me encanta esa frase de coña, porque transforma una de las visiones negativas de la iglesia (cuánto mal ha hecho al mundo el "a esta vida se ha venido a sufrir") en algo divertido y lleno de energía (y de sexo, jejeje)
Lo que pasa es que en mi momentos de bajón estoy receptiva a la visión pesimista de alguna gente. Suelo intentar combatirla con otra visión mucho más optimista, o por lo menos decir que se están viendo las cosas por el lado malo, pero se me ocurren menos argumentos y como me insistan un poco me hacen mella. Y hoy he quedado con unas amigas que me van a hablar de lo mal que está el trabajo, de lo mal que está todo, y de lo peor que va a estar, pero hoy no me da la gana de creérmelo, hoy me he levantado peleona.

miedos

 

Hay un comportamiento bastante típico del ser humano que me jode especialmente, y es cuando alguien quiere hacer algo, pero le da miedo, porque es algo que le apetece y tiene miedo de pelear para no conseguirlo o de conseguirlo... y perderlo. En vez de miedo se podría llamar también pereza, por esto de más vale malo conocido, y tampoco estoy tan mal, y déjame quedarme un rato más viendo la tele sin pensar en nada mientras lo medito...

Uno de los ejemplos típicos es la persona que se pasa el día quejándose del trabajo, que si lo que hace no le gusta, que si su jefe es un cabrón, que si encima se pasa allí 50.000 horas, que si el sueldo es una mierda... pero por otra parte no hace nada para cambiarlo.

Y esto no es aplicable sólo al trabajo, sino a un montón de cosas de la vida, otro ejemplo típico es vivir en casa de los padres. Que hay quien lo hace por convencimiento porque allí "le hacen la comida", pero hay mucha gente que no se mueve por pereza, porque tampoco está tan mal..., o por miedo, porque tiene miedo a ponerse a buscar algo, por tener miedo de ilusionarse. El razonamiento viene a ser el siguiente: si me pongo a buscar algo, seguro que las casas que me gustan no las puedo pagar. Si luego resulta que encuentro una casa que me gusta y que puedo pagar, seguro que cuando me decida ya la han alquilado a otra persona y luego es una mierda, porque te has hecho ilusiones por algo y no se te cumple, y te deprimes.

Pues claro, teniendo en cuenta que el zulo que encuentres en Madrid, por muy zulo que sea, te va a hacer mucha ilusión, porque será tu zulo, el que tú vas a amueblar y que va a ser tu casa, pues mucho mejor estar en un sitio en que no te apetece estar, pero eso sí, sin ilusionarte ni nada, dejando que pasen los días, que como esta vida es tan larga...

Y yo he vivido todas estas cosas, y las he pensado, y a veces me ha costado más reaccionar cuando algo no me ha gustado y no sabía cómo cambiarlo... pero me niego a que mi comportamiento habitual sea el de quedarse en casa "viendo la tele" dejando que me sucedan las cosas en vez de intentar conseguir, día a día, esas cosas que me harían ilusión, aunque puede que no salgan, o aunque puede que se estropeen, por supuesto, como todo en esta vida, pero es que puede que lo que se me estropee sea "la tele", y eso me fastidiará más, porque me daré cuenta de que el tiempo que he perdido viéndola no me ha reportado nada.

Y es que creo que es mejor vivir un desengaño que vivir desengañado.

Llegó el verano

Parece ser que desde hace unas horas estamos en verano, y yo la verdad es que no lo he notado, porque aquí está haciendo un día, llamémosle gris.

Lo de dormir, no duermo menos por el colchón ni nada así, mi cama de aquí es bastante cómoda. Y además, no sé para qué lo conté ayer, porque hoy, pese a haber sido el día que más pronto me he acostado, comparando con el mes entero, me ha costado levantarme y según sonó el despertador decidí ponerlo una hora más tarde.

Ahora aquí estoy trabajando en una bocadillería, estoy bastante contenta, sólo son 3 horas, aunque hoy se han alargado un poco, hemos tenido la tienda llena todo el rato, ¡se nos ha acabado todo, hasta el pan, que normalmente sobran unas cuantas barras!

La verdad es que empiezo a hacer recuento de mi vida laboral y he currado de unas cosas un poco diversas, cuanto menos: de telefonista, vendiendo Auna; en una editorial, haciendo un poco de administrativa, y ahora de camarera, y haciendo bocadillos.

Y las vistas que tengo para este verano son todavía más cosas, me gustaría dar clases de español, he puesto ya carteles, pero no me ha llamado nadie, y he pedido para currar también en bares. Voy a preguntar en los bares en los que más me gusta el ambiente y la música, he pedido en uno que está genial, y me voy a acercar seguro al bar de ambiente (gay) de la ciudad, y a alguno más que también me gusta. Aquí la mayoría de españoles están currando en un bar cubano en el que hay todo el rato música salsa, o reaggeton, y todo el mundo me dice que pida allí, pero me imagino currando 8 horas varíos días a la semana en un sitio con reaggeton a todo volumen, y me convertiría en una asesina en potencia.

Dicen que cuando buscas trabajo hay que aceptar lo que sea, pero no me lo acabo de creer. Por una parte acepto casi cualquier cosa, ya habéis visto que he currado en cosillas variadas, y así a primera vista ninguna demasiado bien reputada, aunque yo estaba contentísima en todas. Pero trabajar en un sitio donde no dejan entrar a los árabes, donde los tíos son unos pesados y están todo el rato dándote la vara, donde el jefe es un mafioso reputado, y encima te ponen esa mierda de música sin parar, pues lo siento, pero no. Si me estoy muriendo de hambre igual me lo pienso, pero de momento quiero otras cosillas, aunque cobre menos, aunque aparentemente sean peores, pero hay cosas con las que no puedo, y no quiero poder.

uno de los cambios de mi vida

Últimamente duermo muy poco, y eso es muy, muy raro en mí, que me duermo a todas horas, en cualquier situación, desde que tenía 14 años y me fui a Francia, que parece que en ese momento decidí empezar a recuperar todas las horas "de sueño" que no había dormido nunca, en las que me quedaba pensando en la cama, podían ser fácilmente 2 horas, a veces también otras 2 por la mañana, cuando estaba de vacaciones. Cuando era pequeña de media, tardaba una hora en dormirme, y es cuando más he desarrollado mi imaginación, además de pensar sobre mi vida y rezar (sí, yo de pequeña rezaba todas las noches! me servía para relajarme, para hacer repaso de mi día, para pensar qué cosas debería cambiar y con cuáles estaba contenta), me inventaba mil historias, de todos los tipos, aunque la mayoría de aventuras, como el tipo de libros que solía leer.

Después de ese verano en Francia en el que me dormía en cualquier parte, estando 5 minutos en el coche para ir al pueblo de al lado, según me metía en la cama, hasta las mil del mediodía... ahora creo que fue por el cansancio mental que me supuso el estar las 24 horas del día hablando un idioma que no era el mío, en el que hasta ese momento no había sido capaz de pensar sin traducirlo antes. Además hacíamos mil cosas, viajábamos, hacíamos deportes, con lo cual se añadía cierto cansancio físico que ayudaba también a dormirme en cuestión de milisegundos según pisaba una cama o un recinto potencialmente de descanso.

Desde aquel entonces duermo mucho, soy una persona muy muy dormilona, e incluso me ha acarreado problemas, como quedarme dormida en clase, y otros más graves que no voy a contar aquí. Si quitamos una temporada de mi primer año de la universidad, un mes, en que dormí una media de unas 5 horas al día y era lo más feliz del mundo, porque me daba tiempo a hacer de todo, a estudiar, a charlar con la gente, y a quedarme hasta las dos de la mañana en los sofás del colegio con mi novio, siempre he dormido mucho. Aunque igual entre semana no duerma demasiado siempre soy la típica que se duerme en menos de 5 minutos, y a la que le cuesta levantarse de la cama, de la que me aprovecho los fines de semana, para recuperar el sueño perdido.

Pues ahora no, estos días me acuesto y, aunque no me cuesta mucho dormirme, me despierto mil veces por la noche, y me levanto por la mañana antes de que suene el despertador, algo inimaginable para mí. Ayer me acosté a las 2, porque estaba acabando un trabajo que quería entregar hoy, y hoy desde las 6:30 en adelante me he despertado cada poco, y a las 8:30 ya estaba en pie, media hora antes de que sonase el despertador, y casi siempre me levanto antes de que suene el despertador, y siempre antes de que suene por segunda vez, cuando yo soy (¿era?) la típica a la que le sonaba durante media hora, parece que mi vida está cambiando...

He vuelto

Bueno, parece que al final no dejo el blog definitivamente, y es que llevo unos días con muchas ganas de escribir, están pasando muchas cosas, y no me apetece callármelas, así que aquí estoy de nuevo.
El tema de hoy es que se va mi compañero de piso, el juerguista, el chulo madrileño, el terror de las nenas, el eterno en el carré... se le podría llamar de muchas más maneras, pero con éstas os hacéis una idea. Aunque me llevo bien con todos mis compañeros de piso, a él es al que más cariño le he cogido, es con él que hablo el día siguiente a las noches de juerga para contarnos recíprocamente que tal. Nunca nos hemos llevado mal, pero desde el mes pasado es cuando mejor nos llevamos, se fue el otro aeronáutico un mes a EEUU y nos quedamos los dos con el griego, me levantó a un ligue, les fue bastante mal y con todas estas cosas empezamos a llevarnos muy bien.
Y se va dentro de 3 horas, y no se sabe qué va a ser de su vida, quitando varios billetes de tren o avión que tiene comprados el resto son todo incógnitas, de todas formas yo tampoco sé qué va a ser de la mía, quitando que el año que viene tendré que estar en Madrid, e ir a la escuela, ni este verano ni en el futuro sé nada de qué va a pasar.
Ahora me estaba copiando fotos de él y me ha dado mucha pena, le voy a echar muchísimo de menos, mi piso va a volver a ser tranquilo, sin alguien que llegue borracho a las 7 de la mañana y se levante a las 6 del día siguiente con resaca, contándonos sus aventuras. Ahora paso a ser yo la juerguista del piso...
Y no sólo eso, sino que mañana se va una de mis mejores amigas de aquí. Aunque me llevo bien con mucha gente, y hay a varias chicas a las que considero mis amigas, el grupo de chicas que estamos siempre somos 4, nos llevamos genial las 4 y una se va ya mañana, para hacer exámenes en España, pero ella es de Fuenla, así que supongo que el año que viene la veré... y probablemente en menos de un mes ya la habré visto...
Y su compañero de piso se fue este jueves... Aunque ya se ha ido más gente, gente que me caía bien, no se había ido ninguna de las personas que consideraba mis amigos. Si me pongo a contar mis amigos aquí, además de mis compañeros de piso y mis 3 amigas, yo diría que tengo a 3 amigas más y a 2 amigos más, y de estas 11 personas en 5 días se están yendo 3... Estoy un poco triste, se nota, ¿no? La verdad es que si lo pienso mucho me podría poner a llorar ahora.
Además ayer me volví a liar por última vez con el portugués, y digo por última vez porque me desperté ayer preguntándome qué narices estaba haciendo con él si no me gusta, y de repente, me di cuenta de que es verdad, de que no me gusta, pese a que las primeras veces que nos liamos estuvimos muy bien, y tengo muy buenos recuerdos, pero ya no, ya se acabó, ya no me gusta, y ni siquiera sé porqué, supongo que es por muchas cosas y por nada, pero lo tengo bastante claro... algún día hablaré más sobre todo ello.