Nota: esto se escribió hace más de un mes, pero aplacé la publicación porque me dio tanto miedo gafarlo... (y estaba tan liada en el trabajo y con los exámenes)
Podré ser una descreída, la gente que me conoce sabe que no destacaré por ser ingenua y dulce, pero me gusta ser feliz y lo soy (casi) siempre. Si he evitado caer de momento en el cinismo y sigo levantándome feliz e ilusionada por las mañanas es porque creo en la amistad y la tengo como lo más valioso de mi vida.
No pienso dejar de hacerlo.
Puede que lleve un año jodido en este tema, puede que haya visto y oído cosas, en sólo el último año, que nunca creí que vería o que me dirían, pero ni ésas ni mil más son suficientes para dejar de creer. Aún así, por favor, que nadie haga la prueba y me haga vivir esas mil nunca.
Mi ex me ha vuelto a llamar, para recordarme, por si se me había olvidado, que podíamos quedar a tomar unas cañas si a mí me apetecía. Pero es que no me apetece, y lo sabe, porque ya hace tres meses le tuve que llamar para pedirle por favor que dejase de llamarme y de insistir cualquier día a cualquier hora (sin dejar pasar más de 3-5 días entre una y otra vez) porque no me apetecía quedar con él a tomar una caña.
Y ayer volvió a insisitir, y a intentar convencerme, y a apelar a lo bonito que sería que fuésemos amigos, y a recordarme la pena que daría que fuésemos a perder esa amistad que teníamos antes de estar juntos… pero es que ya la hemos perdido, es que en este año largo no hemos sido amigos, y no sólo eso sino que en este tiempo he aprendido a no echarle de menos, a no poder contarle mis cosas, me he acostumbrado hasta el punto de que ahora no sé de qué hablar cuando estoy con él y los temas que él saca tampoco ayudan mucho. Así que lo que sí que me da pena es quedar con él para hablar del tiempo, que es ya la única opción que tenemos…
Y me parece mal que yo me pasase el año pasado sin llamarle por respetar su decisión, por no causarle ningún daño, cuando sí hubiésemos tenido cosas de que hablar y sí que me hubiese gustado poder charlar con él, para que ahora nadie respete mis decisiones de no quedar, y no sólo eso, sino que encima se atrevan a insistir, a llamarme cada 3 días, a escribirme por el msn cada noche, a intentar convencerme de mejores y peores forma, a seguir intentándolo mínimo una vez al mes durante 3 meses más y hasta a hacer una comparación entre los sufrimientos de cada uno. Por supuesto, yo era la que no sufría. Claro, es que yo, no sólo no sé lo que es pasarlo mal, sino que soy tan de piedra que tampoco sé lo que es sentir ansiedad aunque alguien me agobie y me haga chantaje emocional.
Unas de las frases que más me han gustado del último libro que "me han obligado" a leer.
"Il se taisait, sans doute trop occupé à faire admirer ses grands yeux verts. Pas de doute, un neveu sublime"
de Eric Orsenna, La grammaire est une chanson douce.
(Traducción, mía, al español, que no suena tan bien: "Él callaba, sin duda demasiado ocupado obligando a admirar sus grandes ojos verdes. Sin duda, un sobrino sublime")
Mrs Robinson, nombre de la protagonista de El Graduado y de una famosa política y primera dama irlandesa en la que se basaba Ai, cuando yo le contaba que había un chico que me encantaba en mi clase de la eoi pero que tenía unos 18 años, para animarme a ligar con jóvenes porque debía de ser muy bueno para el cutis.
Pues este fin de semana Mlarubia y yo hemos tenido nuestro momento Mrs Robinson. La historia empezó cuando salimos de marcha y resultó que en ese pueblo sólo se podía ir a discotecas y sólo había tres. Llevábamos ya dos discotecas que no eran ninguna maravilla, en las que nos habíamos dado cuenta de que éramos las más bajitas del lugar, y no por culpa de nuestra genética sino de nuestra manía de no ser adictas a la moda y no llevar taconazos. Decidimos probar la tercera discoteca a ver si estaba mejor y sí, en algo salimos ganando, ya no éramos las chicas más bajas, y hasta éramos más altas que los chicos porque ¡todavía no habían pegado el estirón!
Hacía mucho tiempo que no estaba rodeada de gente tan "joven"... nos quedamos el tiempo justo para bebernos la cerveza cuyo pago nos abriría la puerta de salida (allí si no consumes no te dan una tarjeta que es la que te permite salir del bar, miedo teníamos de perderla y tener que quedarnos allí toda la noche, jejeje)
Vamos, que nos volvimos a otra de las discotecas, así que todavía no hemos tenido nuestro momento Mrs Robinson al 100%. Pero el día que lo tenga lo cuento, seguro.
Yo estaba supercontenta porque hoy viene Mlarubia de visita, otra vez, y estoy encantada, porque tras un largo tiempo sin estas visitas (más o menos desde que Aines se mudó a Madrid y se hizo mayor y se compró su propia casita) últimamente estoy teniendo un montón, y mola, mucho . Pese a que suele tocar hacer limpieza general justo antes, un cambio en la rutina siempre viene bien.
Además esta vez nos vamos de finde a la playa, que también mola, que hace unos 9 meses, día arriba, día abajo, que no me baño en el mar, así que este finde daré por inaugurada la ¡temporada mar - playa 2010!
Pero es que ahora todavía estoy más contenta porque me acabo de enterar de que... ¡un antiguo compañero de piso se casa! Y claro, he llamado a otro para cotillear, jijiji, todo muy divertido, que a lo mejor nos vamos de boda. Y es que es ¡el primer amigo que se me casa! y puede que sea (si nadie da ninguna sopresa apresurada) ¡la primera boda de un amigo a la que vaya! Y eso siempre hace ilusión, aunque envejezca (eso dicen, pero no acabo de querer creérmelo). Si no cambia de idea en principio nos va a invitar a la boda, estaría genial, y encima con reencuentro erasmus...
Acabo de descubrir un blog de El País que me ha encantado, me recuerda en la acidez de las frases a Manuel Saco (http://blogs.20minutos.es/manolosaco/, que está de capa caída últimamente, los artículos que publica los martes en 20 minutos no son ni la mitad de lo que eran antes... de hecho ocupan menos de la mitad que antes, y todo coincidió con un montón de cartas de los lectores quejándose de que era un rojo y con la aparición en el periódico de un montón de articulistas de derechas... en fin, una pena)
A lo que iba, el artículo de hoy de este blog: http://blogs.elpais.com/ojo-izquierdo/ me ha encantado, por esa ironía y esa acidez... de hecho cuando he llegado al tercer párrafo he soltado la carcajada y se lo he enviado a mi compañero de curro Eldeenfrente, para que se riese él también (por no llorar...)
Ayer una amiga me dijo que se alegra de la crisis que he estado pasando estos meses (¿¡!?), que su hermana le contó que todas sus amigas y ella habían pasado por una temporada similar en una edad similar, y que es a partir de esa crisis cuando ya te haces la persona que eres.
Puede que haya influido que empezase diciendo que se alegra de que yo haya estado jodida, pero el caso es que la idea no me gustó, porque hay dos ideas más que me gustan todavía menos que el que ella se alegre. La idea de que me va a hacer la persona que soy me crea dudas: ¿entonces todavía no soy la persona que soy? ¿cómo se explica eso? ¿que no soy una persona completa, que soy un proyecto? ¿que no sé lo que quiero ni lo que hago?
Pero es que la continuación de esa idea me resulta todavía más insoportable, y es que si esta crisis me va a hacer la persona definitiva ¿qué pasa con el resto de crisis que voy a vivir? ¿no voy a tener más? ¿o es que las de los 30 ya no me harán temblar el mundo ni cambiar mi forma de mirar las cosas, ni replantearme mis creencias, mi moral, y mi forma de comportarme? ¿ya no voy a seguir evolucionando en esta vida?
Yo pienso que hay que adaptarse (o morir) , no es que crea que las crisis anteriores me han cambiado radicalmente, creo que sigo siendo la misma persona de siempre, y tampoco creo que ésta lo haya hecho ni lo vaya a hacer. Pero todas me han hecho plantearme un montón de cosas que hasta ese momento no había pensado, o que había aceptado de otra forma sin darle muchas vueltas.
Y me gusta la idea de que voy a tener muchas más crisis, me niego a creer que se me van a acabar las cosas que replantearme, o las formas de mejorar mi manera de hacer las cosas. Además, aunque algunas de mis crisis, o cambios, hayan sido horribles, otras han surgido de un cambio de ambiente, o de conocer a alguien distinto, como la de irme de erasmus, o como la más grande de todas, la que supuso el mayor cambio tanto en mi alrededor como en mi misma, fue la de empezar la universidad y salir de casa de mis padres, y ésa fue casi toda felicidad.
Yo, en general, me despierto de buen humor e incluso voy al trabajo de buen humor. Eso sí, esto no quiere decir que vaya caminando tranquila y plácidamente por los pasillos del metro, voy de buen humor pero voy deprisa, soy de esa gente que corre para coger el metro por las mañanas (y por las tardes y por las noches).
Pero durante ese camino voy contenta, más o menos sonriendo y a menudo voy cantando lo que lleve en el mp3, no voy cantando muy alto, pero la gente que está justo a mi lado sí que me mira, luego cuando ve que voy con el mp3 vuelve a lo suyo. Pero los días mejores de todos son ésos en los que casi voy bailando. Hoy ha sido así, he pillado el metro muy vacío (todo un milagro teniendo en cuenta que es una línea que cruza todo Madrid y varias zonas de oficinas) y al principio no me he podido sentar así que me he apoyado en la barra del medio, que la tenía toda para mí sola, e iba leyendo. Pues en ese momento ha empezado a sonar Mad about you, de Hooverphonic y he tenido que hacer verdaderos esfuerzos para no ponerme a bailar.
No es la primera vez que me pasa, alguna vez he notado que alguien me estaba mirando y me he dado cuenta de que estaba moviendo ligeramente las piernas. Y de hecho hoy me ha vuelto a pasar un rato después, ya en el transbordo, con la canción de Vicio de Reincidentes.
Creo que en parte es porque los días que voy escuchando una lista de canciones tan variadas soy más consciente de los cambios de ritmo de la música y a mi cuerpo le apetece fiesta, aunque sea primera hora de la mañana, tampoco es tan raro, ¿no?.
Ayer estuve en la Casa Encendida por primera vez, y la verdad es que ya me tocaba. Había oído hablar muchas veces de ella, y muchas veces había tenido ganas de ir, pero siempre hay demasiadas cosas que hacer en Madrid...
Ayer ya no me quedó más remedio, porque unos amigos decidieron ir a pasar la tarde a la terraza y ya quedé allí con ellos, y me encantó. No sólo la de cosas que tiene, sino también el ambiente. Por ejemplo, hay mucha gente leyendo, tanto en la terraza como en alguno de los pisos intermedios, y a mí eso me da buen rollo.
Pero es que además la exposición de Arte Sonoro no está nada mal. Es cierto que es un poco rallante, pero es que las cosas similares que he visto alguna vez me encantan, debe de ser que me gusta ver algo rallante de este estilo de vez en cuando. De hecho, estoy pensando ir otra vez, porque ayer la exposición la vimos muy rápido y había una sala cerrada, además, las performance de este fin de semana parece que tienen buena pinta...
Polvo somos y en polvo nos convertimos... y entre polvo y polvo nos divertimos.
Que sí, que la vida está genial, o por lo menos es lo más genial de lo que tenemos. Y es que yo, hasta en mis momentos de bajón, tengo siempre esa idea, que la vida es maravillosa, que claro que hay temporadas malas, es inevitable, pero buenas hay muchas más, sólo hay que procurar que las malas no sean demasiado largas, pero también hay que vivirlas como una experiencia más.
Por eso me encanta esa frase de coña, porque transforma una de las visiones negativas de la iglesia (cuánto mal ha hecho al mundo el "a esta vida se ha venido a sufrir") en algo divertido y lleno de energía (y de sexo, jejeje)
Lo que pasa es que en mi momentos de bajón estoy receptiva a la visión pesimista de alguna gente. Suelo intentar combatirla con otra visión mucho más optimista, o por lo menos decir que se están viendo las cosas por el lado malo, pero se me ocurren menos argumentos y como me insistan un poco me hacen mella. Y hoy he quedado con unas amigas que me van a hablar de lo mal que está el trabajo, de lo mal que está todo, y de lo peor que va a estar, pero hoy no me da la gana de creérmelo, hoy me he levantado peleona.
me han abierto unos estanques para que vaya a "remojar mis pies" más o menos cerca de mi casa. Y me parece bien, sé que es una de las obras de Gallardón que no hace falta, sé que me están engañando con un caramelito, pero por una vez el caramelo me gusta, qué se le va a hacer, me ha hecho ilusión.
Me apetece ir a ver esta exposición, a ver qué tal está. Me hace gracia lo que dice la fotógrafa, porque me recuerda a las marroquíes, que cuando las ves en la calle ves cómo se han puesto el pañuelo de una forma que favorece mucho y cómo van pintadas, con mucho khol en los ojos. De todas formas limitar el velo sólo a la belleza o la coquetería me parece que tampoco es real, porque tiene muchos más significados detrás (y no estoy diciendo ni buenos ni malos, simplemente significados)
El tema del velo en las escuelas... si me diesen un duro cada vez que alguien me pregunta qué opino al respecto, qué antepongo, si la libertad o el feminismo... Pues me parece sacar de contexto las dos cosas.
No me parece mal que se prohíba el velo en las aulas por dos motivos: 1) en Francia se prohibió, y quitando algún problema al principio, ahora no pasa nada, pero no me parece mal porque también prohibieron el resto de símbolos religiosos como una cruz o una estrella (cosa que en España no pasa, puesto que no hace falta que nadie lleve la cruz, ya hay una colgada en cada clase, el día que quitemos la cruz ya empezaremos a mirar los símbolos de los demás), y 2) porque en Turquía lleva prohibido años, y es un país de mayoría musulmana y tampoco pasa nada.
Pero por otra parte tampoco me parece bien que se destituya a alguien porque opine que se puede ir a clase con yihab. De hecho no me parece mal que alguien vaya con yihab igual que había una chica en mi universidad que iba con faldas y chaquetas y que parecía una monja (literalmente, no estoy exagerando) y nadie se lo prohibía.
Además, que yo en el instituto a veces iba con un pañuelo atado en la cabeza y nadie me decía nada, por esto de que en este país no es de mala educación que una mujer esté en un sitio cerrado con la cabeza cubierta, el hombre sí, pero la mujer no porque también tenemos una historia de velos a nuestras espaldas. Así que si lo llevo yo sí, porque no es musulmán, pero si lo lleva esa chica no porque es un símbolo religioso... pero si en nuestro país no están prohibidos los símbolos religiosos en ningún sitio, porque lo del estado aconfesional sólo lo somos a ratos...
Otra cosa es que la chica lleve el pañuelo obligada por su familia, en cualquier caso, lo que tiene que hacer la sociedad es enseñar a pensar a esa chica para que sea ella misma capaz de decidir lo que quiere y lo que hace con su vida, y darle oportunidades para que pueda llevar una vida independiente, que pueda estudiar, que pueda trabajar... no obligarla a seguir el camino que todos (algunos, nunca es todos) consideramos correcto
Cuando yo tenía 15, 16... y hasta los 21 años mi madre hacía comentarios sobre si la falda que yo llevaba era corta o no (vamos, si los hacía es porque sí creía que lo fuese), cosa en la que parece que opinamos que nadie debería meterse (o por lo menos no nos parece bien que los padres de esa chica le digan que se ponga el velo) y desde el colegio nunca vinieron a preguntarme si yo llevaba pantalones porque mis padres no me dejaban ir con falda...
Hay un comportamiento bastante típico del ser humano que me jode especialmente, y es cuando alguien quiere hacer algo, pero le da miedo, porque es algo que le apetece y tiene miedo de pelear para no conseguirlo o de conseguirlo... y perderlo. En vez de miedo se podría llamar también pereza, por esto de más vale malo conocido, y tampoco estoy tan mal, y déjame quedarme un rato más viendo la tele sin pensar en nada mientras lo medito...
Uno de los ejemplos típicos es la persona que se pasa el día quejándose del trabajo, que si lo que hace no le gusta, que si su jefe es un cabrón, que si encima se pasa allí 50.000 horas, que si el sueldo es una mierda... pero por otra parte no hace nada para cambiarlo.
Y esto no es aplicable sólo al trabajo, sino a un montón de cosas de la vida, otro ejemplo típico es vivir en casa de los padres. Que hay quien lo hace por convencimiento porque allí "le hacen la comida", pero hay mucha gente que no se mueve por pereza, porque tampoco está tan mal..., o por miedo, porque tiene miedo a ponerse a buscar algo, por tener miedo de ilusionarse. El razonamiento viene a ser el siguiente: si me pongo a buscar algo, seguro que las casas que me gustan no las puedo pagar. Si luego resulta que encuentro una casa que me gusta y que puedo pagar, seguro que cuando me decida ya la han alquilado a otra persona y luego es una mierda, porque te has hecho ilusiones por algo y no se te cumple, y te deprimes.
Pues claro, teniendo en cuenta que el zulo que encuentres en Madrid, por muy zulo que sea, te va a hacer mucha ilusión, porque será tu zulo, el que tú vas a amueblar y que va a ser tu casa, pues mucho mejor estar en un sitio en que no te apetece estar, pero eso sí, sin ilusionarte ni nada, dejando que pasen los días, que como esta vida es tan larga...
Y yo he vivido todas estas cosas, y las he pensado, y a veces me ha costado más reaccionar cuando algo no me ha gustado y no sabía cómo cambiarlo... pero me niego a que mi comportamiento habitual sea el de quedarse en casa "viendo la tele" dejando que me sucedan las cosas en vez de intentar conseguir, día a día, esas cosas que me harían ilusión, aunque puede que no salgan, o aunque puede que se estropeen, por supuesto, como todo en esta vida, pero es que puede que lo que se me estropee sea "la tele", y eso me fastidiará más, porque me daré cuenta de que el tiempo que he perdido viéndola no me ha reportado nada.
Y es que creo que es mejor vivir un desengaño que vivir desengañado.
Este post iba a ser otra cosa, iba a ser una descripción somera de que estoy últimamente cansada, desanimada, creí que era el tiempo gris pero ya no sé... blablabla. Y luego iba a pasar a contar que hay temporadas que leo mucho, y me da por escribir mucho, y en ésta me apetece tanto escribir que voy a volver a resucitar esto con un post en el que iba a hablar de La flaqueza de bolchevique, un libro enorme, pese a que la película simplemente estuviese bien.
Pero ya no va a ser exactamente así, porque justo un día después me he puesto a leer otro libro que, pese a lo bueno del anterior, era todavía superior. Se llama "El río que nos lleva", de José Luis Sampedro. Ya había leído de él "La sonrisa etrusca", que si bien me gustó no me emocionó especialmente e incluso lo encontré algo ñoño. Pero después de "El río que nos lleva" me lo voy a volver a leer, porque se ha ganado una segunda oportunidad, hasta una tercera por si sigo sin entenderlo, e incluso el que me lea toda su bibliografía.
"El río que nos lleva" no sólo me ha recordado todo lo que me gusta leer, que eso, aunque tenga poco tiempo y no siempre lo haga, es algo de lo que no me olvido. Sino que también me ha recordado lo que es encontrarte con un libro que parece que te conoce, que ve lo que tú ves, y que siente lo que tú sientes, precisamente en lo que a veces te sospechas un extraño que ha debido caerse aquí de otro planeta... y esto sí que me ha pasado pocas veces.
No lo he acabado todavía, pero ya ha pasado a la lista de mis libros favoritos, y ha desbancado al resto. Me ha sacado de mi época oscura, y es que me ha aturdido con la idea de que un libro no sólo te hace compañía por entretenerte el tiempo, sino principalmente por comprenderte, por compartir tus dudas, y por darte respuestas.
El libro pinta a varios personajes en un entorno original e incluso en algunos aspectos marginado de la sociedad. Y los personajes, pese a ser muy distintos entre ellos, comparten una especie de soledad autoimpuesta y cierta facilidad para comprender las grandes pasiones al tiempo que las enormes bajezas del resto de seres humanos. Sé que el resumen sabe a poco, pero es que me resulta imposible abarcar todo lo que contiene con sólo unas frases. Pero por este error mío no dejéis de leerlo.
Llevo unos cuantos días diciendo que tengo ganas de irme ya de aquí, que quiero volver a Madrid, volver a ver el sol y que esta etapa de mi vida ya está terminada. Pero hoy me he dado cuenta de que quiero volver a ver Amberes, que sólo he ido una vez, pero no sé si tendré tiempo, pero es que luego he pensado, por este orden, que también quiero ir a ver Lovaina por última vez, y también a Maastricht, y también a Gante, mi ciudad favorita, aunque a estas dos últimas haya ido un montón de veces. Pero no me va a dar tiempo a ir a ver todo. Ni siquiera sé si me dará tiempo a ir a ver alguna, depende de lo que tarde en arreglar todos los papeles para irme de aquí.
Y acabo de ser consciente de que este año tenía a media o una hora de tren, y a 4,5 o 7,5 euros el ir a otra ciudad, o incluso a otro país, y eso el año que viene ya no va a ser posible, así que puede que el año que viene el único turismo que haga, pese a lo que me encanta, sea sólo para ir a León, y me está dando mucha pena, y también mucho miedo, no quiero echar de menos esto, y menos con las ganas que tengo ya de irme, pero nunca se puede tener todo y me temo que un poquito sí que lo echaré.
foto de la plaza principal, a la izquierda estaría la catedral (no se ve), y lo de la derecha es el ayuntamiento. Es una ciudad preciosa, la primera vez que fui allí fue a hacer un transbordo y aproveché para dar un paseo (con la maleta a cuestas) porque estaba muy animada y me apetecía verla, di una vuelta de media hora, vi sólo la biblioteca de la universidad (la que tiene una mosca enorme clavada en un poste, los que hayáis ido me entendéis, fotos en flickr: http://www.flickr.com/photos/deturismoeneuropa/229917979/) y llegué a la estación con tiempo de sobra para coger el tren, pero me equivoqué de tren, perdí el bolso, y tras un viajecillo por unas cuantas estaciones de tren de Bélgica acabé perdiendo un avión.
La siguiente vez que fui fue con unos amigos, y la siguiente tras una discusión con una de las múltiples visitas que he tenido este año al despedirme en el aeropuerto. Iba muy nerviosa a mi casa, y me apeteció parar para dar un paseo por Lovaina.
Al final resulta que le tengo mucho cariño a esta ciudad, pese a que sólo haya ido unas poquitas veces.
Vuelve a ser verdad que cuanto menos estudio más apruebo, y es que ayer hice mi segundo examen aquí, estuve a punto de no presentarme por la vergüenza de no sabérmelo y ser el examen oral, y es que por la mañana no me sabía casi nada, así que por la tarde tampoco me lo sabría, porque no estaba de ánimo para ponerme a estudiar, y me encuentro con que me presento, no lo hago mal, y el profesor me dice que he aprobado, no me lo puedo creer, ya estoy más cerca de la falacia ésa sobre los erasmus, si al final va a resultar que no me puedo ni quejar.
Y ya está por aquí Marijelen, así que ayer, después de nuestros respectivos exámenes, nos fuimos a... Millenium, la discoteca de Lieja! Bueno, a mí las discotecas no me emocionan, la verdad, pero para ir una vez de pascuas a ramos no me importa, al fin y al cabo creo que hacía como 4 años que no pisaba una, y nos lo pasamos muy bien. Volvimos prontito, porque estábamos destrozadas por los exámenes y yo hoy no pensaba ni poner el despertador pero me despierta mi compañero de piso porque se me había olvidado que habíamos quedado para ir al banco, así que me he levantado, he ido, y he vuelto a casa y me he metido en la cama de nuevo. Me he despertado a las 3 y porque el vecino de arriba estaba haciendo mucho ruido, que si no creo que hasta las 6 de la tarde no amanezco... ay, cuánto sueño acumulado!
Ya tengo todos los días de examen programados, tengo el 28, el 1, el 6, el 14 y el 15, al final va a ser el año que más exámenes haga en estas fechas, y eso que en sólo tengo 4 asignaturas, que (para mí) tampoco son tantas, pero una de ellas tiene dos exámenes en dos días separados, otra dos en el mismo día, y además tengo un examen de alemán del que algo tengo que estudiar, si quiero entrar en la escuela oficial de idiomas y no sentirme una inútil como cuando lo único que hago es la carrera. Lo malo es que voy a estar 31 días de exámenes y lo bueno que no me veo yo demasiado estresada, eso sí, sé que al final voy a llegar estando hasta las narices.
Pero ahora me lo estoy tomando con calma, de hecho he ido bastante al cine, que pese que aquí me cuesta muy poco, 3,7€ con un carné de descuento que hice al principio de curso, y pese a que ponen las películas en versión original, y no son muy comerciales, casi no había ido en todo el año. Ahora estoy aprovechando para ir a última hora del día, y no está mal, he visto romance and cigarettes, crazy (genial) y la pasa-páginas supongo que se dirá en español (la tourneuse de pages). Me quedo con la de crazy, aunque el resto no han estado mal, han sido películas curiosas, que se salen de lo normal, y me ha gustado el resultado, aquí van unos pequeños resúmenes:
Crazy: historia de una familia de 5 hijos en la que todos creen que uno de ellos es gay. Habla de la preocupación del padre, de la tranquilidad de la madre, y de la drogadicción de otro de los hijos.
Romance and cigarettes: Susan Sarandon, genial, hace de esposa engañada, Kate Winslet de prostituta que es la que le ha robado al marido. Cuenta la historia del matrimonio.
La tourneuse de pages: es la historia de una chica que suspendió un examen de acceso al conservatorio porque la profesora la distrajo mientras estaba tocando el piano. Más tarde entra a trabajar en casa de esa mujer como niñera y se convierte en su pasa-páginas.
Si os animáis a ver alguna ya me contaréis.
Añado: espero que la profesora de piano que me suspendió (que no lo suspendí yo, no señor, me la suspendió ella con todas las letras) música de cámara en mi último año del conservatorio vea la última peli, y pase miedo, mucho miedo...
Ya tengo billete de avión para el día 8 de septiembre, así que si todo va bien, no pierdo el vuelo, no me detienen por terrorista, y no llego con retraso, ese viernes unos minutos más tarde de las 5 estaré en Madrid.
A León no sé cuando iré, pero supongo que sobre el 17 ó 18, luego me iré a pasar unos días a Santander, y volveré a Madrid para empezar las clases el 25, con un poco de suerte ese será el último Septiembre que pase en la escuela, y con mucha, mucha suerte, acabaré en junio, pero ya digo que para esto hará falta mucha suerte, así que tampoco me voy a hacer demasiadas ilusiones.
La verdad es que ya tengo ganas de irme a Madrid, que el mal clima de esta ciudad me está matando. Espero que cuando llegue a Madrid haga bueno y me estéis esperando con muchas, muchas ganas de fiesta, porque entre septiembre y octubre quiero quemar Madrid.
Hoy, aprovechando que estoy contenta, os voy a escribir, que casi todos los post puestos últimamente daban un poco de pena, y este no.
Y es que he salido del primer examen y me ha salido muy bien (mañana me dirán la nota), eso quiere decir que en el último examen que tengo aquí, antes de irme a Madrid, no necesitaré casi nota, así que puedo preparar la maleta con tranquilidad. Y eso quiere decir que probablemente el 7 esté ya en Madrid.
Y estoy cayendo en la cuenta de que no sólo no es proporcional el tiempo de estudio con la nota conseguida, sino que creo que para mí es inversamente proporcional, o por lo menos eso me dicen las casualidades de la vida. Si me preparo muy bien un examen o voy tan nerviosa que se me olvida todo, o me olvido los apuntes que se pueden sacar en casa, o me preguntan el único trocito mínimo que no me he estudiado. Pero cuando casi no estudio voy tan tranquila y con tantas ganas de ponerme a hacer un ejercicio más, que saco los de "idea feliz", como son la inmensa mayoría de los exámenes de mi escuela, y casi seguro que apruebo.
Pues eso me ha pasado ahora, casi no he estudiado porque no estaba nada motivada y me pasaba el día perdiendo el tiempo, pues resultó que ayer, tras irle a preguntar un par de dudas al profesor me repasé dos ejercicios y esos son los que han caído. No ha caído ninguno de los temas anteriores, que no los llevaba tan bien, así que estoy contentísima. A ver si tengo la misma suerte para los exámenes que me quedan.
